MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha ofrecido a la vicepresidenta electa de Colombia, Francia Márquez, que el país sea la sede de los diálogos entre las autoridades colombianas y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que opera en Colombia.
"Saludamos con mucha alegría que el presidente Boric haya manifestado no sólo su disposición de acompañarnos en esa tarea del logro de paz sino que ofrece su casa, Chile, como sede para los diálogos de paz entre el Estado colombiano y el ELN", ha indicado Márquez tras un encuentro con Boric en el palacio de La Moneda.
La vicepresidenta colombiana se encuentra de gira por varios países de la región y ha agradecido a Chile su "fraterna acogida", así como su disposición a "trabajar por la paz" en Colombia. "Valoramos su disposición para trabajar en una nueva política de drogas, en contra del racismo, el cambio climático y a favor de la justicia de género", ha indicado Márquez a través de las redes sociales.
Así, ha señalado que el objetivo del nuevo Gobierno es "lograr la paz completa" en el país latinoamericano.
Sus palabras llegan un día después de que el presiente electo, Gustavo Petro, anunciara la reanudación de los diálogos con el ELN, una cuestión para la que ya se han dado "los primeros pasos".
Por su parte, el presidente del Senado colombiano, Roy Barreras, ha asegurado que si existe una voluntad de paz en el Congreso se revisarán los tiempos, métodos y ajustes necesarios, con el objetivo de trabajar hacia una política sin armas.
El máximo responsable de la guerrilla, Eliécer Erlinto Chamorro, alias 'Antonio García', ha dicho estar dispuesto a retomar las negociaciones de paz una vez Petro jure el cargo. "El nuevo gobierno dice estar interesado en la paz de Colombia, el ELN también. Hemos escuchado sus mensajes y estamos en la mejor disposición para reanudar las conversaciones para llenar la paz, con contenidos de justicia social y democracia", ha afirmado.
Las negociaciones de paz con el ELN se rompieron en 2019 tras el atentado contra la Escuela de Cadetes de la Policía General Santander, en el que murieron 23 estudiantes y un centenar resultaron heridos.