Santiago 1 Oct. (ATON) -
Como un atentado a la libertad de culto calificó la justicia la justicia los ataques que afectaron a la parroquia de la Asunción, de Santiago, ocurridos los días 8 de noviembre de 2019 y 18 de octubre de 2020 durante el estallido.
Según El Mercurio, lo anterior es parte del fallo -en primera instancia- del 22° Juzgado Civil de Santiago, en que se condenó al fisco de Chile a pagar al templo "por indemnización de perjuicio por falta de servicio" la suma de UF 76.754,82 (unos $3 mil millones).
La resolución, del pasado 26 de septiembre, indica que "las perniciosas consecuencias sufridas en la parroquia de la Asunción aparecen como una consecuencia directa de la falta de protección y prevención en la labor estatal, o, dicho de otro modo, de la falta de servicio en que incurrió el Estado".
El fallo, al ser en primera instancia, todavía es susceptible de ser apelado por el Consejo de Defensa del Estado.
En noviembre de 2022, consigna el medio escrito, la parroquia de La Asunción, representada por el abogado José Pedro Baraona, demandó al fisco de Chile, por los perjuicios provocados por la destrucción del templo de la parroquia demandante y su inmobiliario .
Describe en la acción que el 8 de noviembre de 2019, después de las protestas sociales que se iniciaron el 18 de octubre del mismo año, un grupo de delincuentes encapuchados ingresó a la fuerza al templo procediendo a llevar a cabo actos sacrílegos y a vandalizarlo, rayando muros, altares y pilares, entre otros, además destruyeron obras de arte y el moviliario del templo con el fin de hacer barricadas en el exterior, y sobre todo para mofarse de la fe religiosa, llevando a cabo actos sacrílegos como el descabezamiento de la Inmaculada Concepción y la destrucción de imágenes de otros santos .
Mientras que, el 18 de octubre de 2020, individuos con el rostro cubierto lanzaron bombas molotov y elementos incendiarios acelerantes y lograron iniciar un incendio de grandes proporciones que destruyó parte de la estructura del edificio , sumado a la gran conmoción que causó en la opinión pública nacional e internacional la caída de la torre rematada por una aguja con una cruz de hierro .
La magistrada Lorena Cajas Villarroel constató en terreno los daños provocados al templo.