Santiago, 25 Abr. (ATON) -
El escultor Mario Irarrázabal, entre cuyas obras están La mano del desierto que se ubica a un costado de la Ruta 5 Norte, 75 km al sur de Antofagasta, y otra cuyos dedos surgen de una conocida playa en Punta del Este (Uruguay), lamentó la primera demolición de una de sus creaciones de envergadura en Chile.
De acuerdo con información que publica hoy El Mercurio, ayer la Municipalidad de Valparaíso comenzó a desmantelar el Monumento a la Solidaridad luego que un informe de su Dirección de Operaciones alertara del inminente riesgo para los transeúntes por desprendimientos desde la estructura, que pesa una tonelada.
Su precaria condición actual deviene del atentado incendiario que sufriera el 29 de febrero de 2020, durante los masivos ataques a monumentos y edificios patrimoniales en el estallido social de octubre de 2019.
Esa madrugada, desconocidos horadaron con un instrumento especializado una de las bases de la escultura y arrojaron dentro material acelerante encendido. El fuego carbonizó su estructura interior de madera y deformó los metales. Los responsables nunca fueron identificados.
Las razones de estos ataques hay que preguntárselas a los sociólogos, a los psicólogos sociales, porque es demasiado complejo. Obvio que uno condena la parte violenta y negativa de esto, pero no puede negar que también había otra cara de este levantamiento. A mí me supera todo eso , reflexionó Irarrázabal.
Soy partidario de la no violencia. No guardo rencor contra las personas que atentaron contra la escultura, pero ojalá tomaran conciencia de la brutalidad de lo que hicieron, del costo y del sin sentido que tiene. Son anarquistas y, claro, tienen sus quejas. Pero no estoy de acuerdo en su manera de actuar , agregó.
Los trabajos de desarme, señala El Mercurio, se extenderán por 10 días y cuestan $12 millones. Primero, se sacará el revestimiento de cobre, con una caída controlada de material. Luego se cortará y se desmontará el resto de la estructura para retirarla.