CHILE, 21 Aug (EUROPA PRESS)
En un encuentro marcado por la violencia y el caos, más de 100 personas resultaron detenidas y cerca de 200 sufrieron heridas en el partido de la Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile, el cual tuvo que ser suspendido al inicio de la segunda mitad del juego.
Durante este enfrentamiento correspondiente a la vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana, se registraron graves incidentes. Según relatos, los problemas empezaron cuando los aficionados del equipo visitante, Universidad de Chile, comenzaron a lanzar objetos hacia los seguidores del equipo local. Esto llevó al árbitro a detener el encuentro apenas a los tres minutos del segundo tiempo.
La CONMEBOL, entidad rectora del torneo, anunció la cancelación del partido señalando que se debió a la "falta de garantías de seguridad por parte del club local y de las autoridades de seguridad locales". También comunicó que el asunto sería llevado ante sus órganos judiciales para una resolución adecuada. En el momento de la suspensión, el marcador estaba 1-1, favoreciendo a la Universidad de Chile con un global de 2-1.
Frente a estos lamentables sucesos, el equipo chileno expresó a través de un comunicado su preocupación, argumentando que lo deportivo "pasa a segundo plano" y que su principal inquietud es verificar el "estado" de los aficionados "agredidos brutalmente". "Lo ocurrido hoy no debe suceder en ningún estadio ni lugar. Una cancha no puede ser escenario de imágenes como las que fuimos testigos", concluyó el comunicado del equipo.