Publicado 08/06/2023 06:47

Brasil.- El jefe de Gabinete de Lula pide perdón por sus ataques a Brasilia casi una semana después

Archivo - El ministro de Casa Civil de Brasil, Rui Costa.
Archivo - El ministro de Casa Civil de Brasil, Rui Costa. - Europa Press/Contacto/Frederico Brasil - Archivo

MADRID, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Casa Civil --jefe de gabinete-- de Brasil, Rui Silva, ha pedido disculpas, casi una semana después, por sus críticas a la capital, Brasilia, a la que calificó de "isla de fantasía" por tratarse de una ciudad alejada de la "vida de las personas".

Silva ha escrito un hilo en su cuenta de Twitter en el que comienza recordando cómo el viernes pasado en un evento celebrado en Itaberaba, un municipio de Bahía, se "desahogó" y evidenció su "inconformidad" con algunas decisiones que se tomaron.

"Al citar Brasilia como centro del poder político, no estaba contento con mis palabras, lo que ha permitido a algunos transformar mi declaración en un ataque a la ciudad y a su gente. Quiero dejar claro que mi desahogo nada tuvo que ver con los brasileños y brasileñas que viven en la capital", ha escrito.

"Brasilia está formada por personas valientes y trabajadoras, que trabajan todos los días con mucho esfuerzo y dignidad por una vida mejor (...) Continuaré trabajando arduamente para ayudar a nuestra gente, como hice hace poco al dialogar sobre financiación y formas de gestión para que podamos mejorar el sistema de transporte de quien vive en los alrededores de Brasilia", ha añadido.

Costa hace referencia a unas declaraciones que fueron ampliamente criticadas tanto por la oposición como por miembros de su formación, el Partido de los Trabajadores, quienes reprocharon al jefe de gabinete del presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, su "completo desconocimiento" de la capital.

El gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, fue más duro y calificó a Costa de "completo idiota", al tiempo que deslizaba la posibilidad de aquellas palabras tuvieran que ver con los "ataques", dijo, al Fondo Constitucional, que el marco fiscal podría limitar la financiación que recibe la capital, dependiente en gran medida de los recursos del Estado central para financiar los servicios básicos.