Camboya sostiene que la detención de sus soldados durante el alto el fuego "plantea graves preocupaciones jurídicas y éticas"
MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) ha confirmado este viernes que uno de sus equipos ha visitado a los 18 militares camboyanos que quedan bajo custodia del Ejército de Tailandia desde que fueron capturados horas después de que entrara en vigor el alto el fuego acordado por las partes para poner fin al conflicto desatado en la frontera.
El CICR ha explicado que la visita ha tenido lugar esta semana pero no ha dado más detalles al respecto, puesto que ha recordado que el comité "no confirma públicamente las conclusiones ni las observaciones de estas visitas". "Como organización neutral, imparcial e independiente, nuestra labor en lugares de detención se basa en un principio de confidencialidad y diálogo bilateral", reza un comunicado.
Así, ha querido hacer hincapié en que "este enfoque genera confianza y permite conversaciones francas y abiertas tanto con las personas" que visitan como con las autoridades responsables de la detención. "Es esencial para obtener y mantener el acceso a las personas necesitadas", ha agregado.
Esta organización se ha mostrado dispuesta a apoyar tanto a Camboya como a Tailandia "para que realicen futuras visitas similares", así como para actuar como intermediario en caso de una eventual liberación. Además, ha aplaudido el alto el fuego, que considera que "ofrece un respiro a las personas afectadas".
Tras la confirmación del CICR, el Ministerio de Exteriores de Camboya ha agradecido al comité la visita, que "ha garantizado que se respeten los derechos básicos y la dignidad" de los detenidos. Así, ha considerado esta acción "como un paso importante hacia la transparencia y la adhesión al Derecho Internacional Humanitario".
Sin embargo, el portavoz de la cartera diplomática, Chum Sounry, ha aprovechado la ocasión para mostrar su preocupación sobre "la continua detención de los 18 soldados, capturados durante un alto el fuego acordado", alegando que "plantea graves preocupaciones jurídicas y éticas".
Por último, ha reiterado su llamamiento a una "repatriación inmediata e incondicional" y ha instado a Tailandia a "priorizar le diálogo de buena fe y al distensión en un espíritu de paz y cooperación", a pesar de la promesa de las autoridades tailandesas de que sus soldados serán liberados y entregados cuando finalicen las hostilidades entre ambos países.