Orbán pide a la Comisión que evite inmiscuirse en los asuntos que vienen contemplados en la legislación húngara
MADRID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha hecho un llamamiento a las autoridades húngaras para que permitan la celebración del desfile del Orgullo en Budapest, prohibido en base a su polémica legislación que afirma proteger a la infancia, pero que apunta directamente hacia la comunidad LGBTI.
"Quiero expresar mi total apoyo y solidaridad al Orgullo de Budapest", ha expresado Von der Leyen en un vídeo publicado en su cuenta de X, desde el que ha asegurado que la UE siempre estará del lado de la comunidad LGBTI. "Europa es más fuerte y más rica gracias a vosotros", ha dicho.
"En Europa, marchar por tus derechos es una libertad fundamental. Tienes derecho a amar a quien quieras amar y a ser exactamente quien eres", ha remarcado la presidenta de la Comisión Europea, que recuerda que la igualdad es uno de los valores fundamentales de la UE que todo Estado miembro ha de respetar.
En ese sentido, Von der Leyen ha pedido a las autoridades húngaras que permitan el desfile del Orgullo previsto para el próximo 29 de junio y que no persigan penalmente a los organizadores y asistentes.
"A la comunidad LGBTI de Hungría y de otros países, siempre seré vuestra aliada. Tenéis todos los motivos para estar orgullosos (...) Estoy de vuestro lado, hoy y todos los días", ha dicho.
En respuesta, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha instado a la Comisión Europea que evite interferir en los asuntos contemplados en la legislación de los Estados miembros, "donde no tiene ningún papel que desempeñar".
Asimismo, ha pedido que la Comisión se centre "en los desafíos más urgentes que afronta la Unión Europea", en donde sí "tiene un papel y una responsabilidad claros, y en los que ha cometido graves errores en los últimos años, como la crisis energética y la erosión de la competitividad europea".
Una veintena de Estados de la UE secundaron el mes pasado una carta pública en la que pedían al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, derogar la ley aprobada en marzo que limita los derechos LGBTI, llegando incluso a sugerir algún tipo de sanción por parte de la Comisión Europea.