MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del MIT (Massachusetts Institute of Technology) han demostrado lo que consideran el acoplamiento no lineal de luz-materia más fuerte jamás logrado en un sistema cuántico.
Su experimento supone un paso adelante hacia la realización de operaciones y lecturas cuánticas que podrían realizarse en unos pocos nanosegundos.
En el futuro, las computadoras cuánticas podrían simular rápidamente nuevos materiales o ayudar a los científicos a desarrollar modelos de aprendizaje automático más rápidos, abriendo la puerta a muchas nuevas posibilidades.
Pero estas aplicaciones solo serán posibles si las computadoras cuánticas pueden realizar operaciones con extrema rapidez, de modo que los científicos puedan realizar mediciones y correcciones antes de que las tasas de error acumuladas reduzcan su precisión y fiabilidad.
La eficiencia de este proceso de medición, conocido como lectura, depende de la fuerza del acoplamiento entre los fotones, que son partículas de luz que transportan información cuántica, y los átomos artificiales, unidades de materia que se utilizan a menudo para almacenar información en una computadora cuántica.
NOVEDOSA ARQUITECTURA DE CIRCUITO SUPERCONDUCTOR
Para la nueva investigación, se utilizó una novedosa arquitectura de circuito superconductor para demostrar un acoplamiento no lineal de luz-materia que es aproximadamente un orden de magnitud más fuerte que las demostraciones anteriores, lo que podría permitir que un procesador cuántico funcione unas 10 veces más rápido.
Aún queda mucho trabajo por hacer antes de que la arquitectura pueda utilizarse en un ordenador cuántico real, pero demostrar la física fundamental que subyace al proceso es un paso importante en la dirección correcta, afirma Yufeng Ye, autor principal de un artículo sobre esta investigación.
"Esto eliminaría uno de los cuellos de botella de la computación cuántica. Normalmente, es necesario medir los resultados de los cálculos entre rondas de corrección de errores. Esto podría acelerar la rapidez con la que alcanzamos la fase de computación cuántica con tolerancia a fallos y obtener aplicaciones y valor real de nuestros ordenadores cuánticos", afirma Ye en un comunicado.
La investigación se publica en Nature Communications.