Publicado 24/09/2025 06:42

Montero y Maidagán abordan en la T2 de 'Poquita fe' el problema de la vivienda: "Vamos a tocar un poquito los huevos"

Archivo - Montero y Maidagán abordan en la T2 de 'Poquita fe' el problema de la vivienda: "Vamos a tocar un poquito los huevos"
Archivo - Montero y Maidagán abordan en la T2 de 'Poquita fe' el problema de la vivienda: "Vamos a tocar un poquito los huevos" - MOVISTAR/JAU FORNÉS - Archivo

   MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -

   Este jueves 25 de septiembre vuelve a Movistar Plus+ con su segunda temporada 'Poquita fe', la serie en la que Raúl Cimas y Esperanza Pedreño encarnan a una resiliente y extremadamente cotidiana pareja en eterna crisis. Tras el éxito de su primera temporada, ganadora, entre otros premios, del Feroz y el Ondas a la mejor comedia, la ficción creada por Pepón Montero y Juan Maidagán tiene en el problema de la vivienda el eje central de su trama relatando en sus ocho nuevos capítulos la odisea de Berta y José Ramón para encontrar piso tras quedarse, literalmente, en la calle.

   "El tema de la vivienda es clarísimamente un problemón y... ¿por qué no tocarlo? Está ahí. Esta es una serie que va del día a día y ese es un problema que está en nuestra vida, en la de nuestros amigos y en la de nuestras familias", reflexionan los creadores en una entrevista concedida a Europa Press en la que aseguran que, si bien su objetivo no es hacer política ni tender deliberadamente al humor social, "si te vas a poner a hablar de la vida de una pareja evidentemente se enfrenta a una serie de cosas que no te las puedes saltar".

   "Nuestra intención no es hacer política pero, si la comedia puede hacer poco de daño, está muy bien que haga pensar", insisten Montero y Maidagán recordando que la primera temporada, aunque parecía "blandita" tenía también "mucha mala baba". "Y ojalá se hubiera ofendido a alguien con algunas cosas", dicen entre risas para matizar que "no nos ponemos a escribir a ver si jodemos", pero sí "con un poco de mala leche".

   En todo caso, el fin último del costumbrismo extremo de 'Poquita fe' es "echar unas risas", algo que no está reñido, insisten, con "tocar un poquito los huevos a algunos" y "hacer evidente lo que es ya bastante evidente". Y la de la vivienda, una problemática que en sus nuevas aventuras Berta y José Ramón tocan en casi todas sus vertientes (precio del alquiler, pisos turísticos, minipisos, gentrificación...), es una cuestión "tan evidente como urgente".

   "Todas las ciudades tienen el mismo problema. Yo soy de Madrid, de Carabanchel, y me da mucha rabia que se acaben los barrios, que la gente de barrio tengamos que irnos. Y creo que al final va de eso la serie también, que Madrid se está quedando sin madrileños", reflexiona Montero.

"ESPERANZA Y RAÚL TIENEN MUCHO MAGNETISMO"

   Pese a que reconocen que, tras la buena acogida de la primera temporada, ambos eran muy reticentes a alumbrar una segunda y sintieron "cierta presión", Montero y Maidagán también coinciden en señalar que "una vez que arrancas te olvidas de todo eso", aunque les costara bastante poner "de nuevo en marcha toda la maquinaria".

   El reto ahora era ofrecer algo nuevo, pero respetando el espíritu de la serie, con capítulos cortos que no superan los 20 minutos y en los que alternan a atinado capricho secuencias cortas con fugaces testimonios a cámara de Berta, José Ramón y el resto de sus impagables secundarios de barrio. "Lo que teníamos en la cabeza es no repetir la estructura, o sea, renovar algo, que hubiera algo nuevo... pero que siguiera siendo lo mismo", apuntan.

   Así, en esta nueva entrega los 12 capítulos que recorrían 12 meses de la pareja en la primera temporada encuentran continuidad en estos ocho nuevos episodios, todos disponibles desde este jueves en Movistar Plus+, que relatan la odisea habitacional de la singular pareja. "Tiene una estructura un poco diferente, son cosas que apenas se notan... pero se notan", dice Maidagán que, al igual que su compinche, señala la "cercanía de lo cotidiano" como una de las dos claves que explican el pequeño e inesperado gran milagro que fue el éxito de la primera temporada.

    La otra es el tándem que forman Raúl Cimas y Esperanza Pedreño. "Esperanza y Raúl tienen mucho magnetismo, han conseguido que la pareja tenga algo que es cómico pero a la vez muy cercano, muy querible, muy tierno... lo han llevado a un punto que realmente ha conectado de la hostia con la gente", sentencian antes de echar balones fuera ante la posibilidad de una tercera temporada. "Ponle una 'x'", concluyen.

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