Publicado 25/08/2025 09:09

El Papa dice que la falta de sacerdotes es una "desgracia" para la Iglesia: "La celebración de la misa salva al mundo"

17 August 2025, Italy, Rome: Pope Francis arrives to deliver Angels Prayer from the entrance of Apostolic Building of Castel Gandolfo. Photo: Evandro Inetti/ZUMA Press Wire/dpa
17 August 2025, Italy, Rome: Pope Francis arrives to deliver Angels Prayer from the entrance of Apostolic Building of Castel Gandolfo. Photo: Evandro Inetti/ZUMA Press Wire/dpa - Evandro Inetti/ZUMA Press Wire/d / DPA

MADRID 25 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Papa León XIV ha asegurado que la falta de sacerdotes es una "desgracia" para la Iglesia. "La celebración de la misa salva al mundo hoy", ha dicho.

En un mensaje dirigido a un grupo de jóvenes franceses en peregrinación a Roma, León XIV reitera la importancia de la Eucaristía como lugar de encuentro con el amor de Cristo, que se entrega "sin pedir nada a cambio", según ha informado Vatican News.

"Espero que estén atentos a la llamada que Jesús podría hacerles para seguirlo más de cerca en el sacerdocio y que puedan, poco a poco, domingo tras domingo, descubrir la belleza, la felicidad y la necesidad de una vocación así", ha dicho.

León XIV dirige este aliento a las "conciencias de jóvenes, entusiastas y generosos" monaguillos franceses en peregrinación a Roma, con los que se ha reunido este lunes en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.

Durante su discurso, en el que ha destacado la importancia de la Eucaristía como lugar de encuentro con el amor de Cristo, ha insistido en la "vida tan maravillosa del sacerdote que, en el centro de cada uno de sus días, a través de la misa, encuentra a Jesús de una manera tan excepcional y lo dona al mundo".

"Les diré algo que deben escuchar, aunque pueda inquietarlos un poco: ¡la falta de sacerdotes en Francia, en el mundo, es una gran desgracia! ¡Una desgracia para la Iglesia!", ha alertado.

Asimismo, León XIV ha señalado que el mundo "va mal" y que "debe afrontar retos cada vez más graves e inquietantes como el sufrimiento, la enfermedad, la discapacidad, el fracaso o incluso la pérdida de un ser querido".

En este punto, el Pontífice ha reconocido que pueden surgir preguntas: "¿Quién vendrá en nuestro auxilio? ¿Quién tendrá piedad de nosotros? ¿Quién vendrá a salvarnos? ... no solo de nuestros sufrimientos, de nuestras limitaciones y de nuestros errores, sino también de la muerte misma?".

Pero para él la respuesta es "perfectamente clara y resuena en la Historia desde hace 2000 años: solo Jesús viene a salvarnos, nadie más: porque solo Él tiene el poder de hacerlo -Él es Dios Todopoderoso en persona- y porque nos ama".

"Él dio su vida por nosotros, ofreciéndola en la cruz. De hecho, no hay mayor amor que dar la vida por quienes amamos", ha continuado el Papa, definiendo la muerte y resurrección de Cristo como "lo más maravilloso" de la fe católica y "el acontecimiento más importante de la historia del mundo".

León XIV ha destacado además que el lugar donde se puede experimentar este amor de Cristo es la Eucaristía, "tesoro de la Iglesia, tesoro de tesoros". "Domingo tras domingo y generación tras generación, la Iglesia custodia con cuidado la memoria de la muerte y resurrección del Señor. ¡La celebración de la misa nos salva hoy! ¡Salva al mundo hoy!", ha reiterado.

El Papa ha apuntado que en la Eucaristía "Jesús sigue entregando su vida en el altar, sigue derramando su sangre" por los seres humanos hoy. Para León XIV, el cristiano "no va a misa por obligación, sino porque lo necesita absolutamente": "¡Necesita la vida de Dios que se entrega sin pedir nada a cambio!".

Por otro lado, en un telegrama firmado por el cardenal secretario de Estado Pietro, Pietro Parolin, y dirigido al cardenal arzobispo de Goa y Damão, Sebastião do Rosário Ferrão, el Papa recuerda el testimonio del padre Rudamina, "cuya firme fe católica sigue siendo visible hoy en día en Lituania" y cuyo "legado de diálogo e integración cultural" sigue siendo "extraordinario".

León XIV concluye invitando a los cristianos de Goa, "especialmente en este año jubilar centrado en la esperanza", además de promover "un diálogo tanto ecuménico como interreligioso que pueda servir a toda la sociedad como modelo de armonía fraterna, reconciliación y concordia".

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